Desmontamos las tiendas y embalamos todo en el remolque.
Sorteamos los restos de las provisiones entre el grupo.
Nosotros cuatro en la camioneta de Vin comimos cereal en el
campamento pero los otros pararon en un restaurante para desayunar.
Regresamos al rancho de Vin a las dos de la tarde y descargamos el
remolque. Después de abrazarnos todos, volvimos a casa con
memorias de una semana muy agradable.