55 millas/89 km, 833 pies/254 m de subida
Este no fue un buen día. Tuve mi primer pinchazo, oí mi primer bocinazo de enojo, y estuve perdido durante gran parte del día. La ruta al norte parece clara en el mapa, pero hay muchos cruces sin señalizar en muchas carreteras secundarias sin pavimento. La forma de la pista en mi GPS no tiene gran parecido con los caminos en el mapa, aunque iba avanzando en general hacia el norte como quería.
Una frase en español que estoy utilizando más y más es "¿Cómo se va a...?"
En un momento un joven en una bicicleta tuvo la gentileza de guiarme hasta el próximo cruce.
En otro cruce con tres calles le pregunté al conductor de un autobús
inutilizado, pero no sabía. Afortunadamente, pocos minutos después
un habitante local estaba paseando cerca. Dijo que se podía ir acá por la playa
o allá por otro camino que es más sencillo. "Sencillo" me pareció mejor, pero
pronto acabé en la playa igual.
En algún momento del día entré en una aldea en que había algún tipo de evento.
Había mesas y puestos montados y mucha gente. Varios chicos estaban fascinados
por mi bicicleta. Me dijeron que hoy es el día del mercado mensual en la aldea.
Quise tomar una foto pero no había ninguna manera de hacerlo discretamente.
Compre un "completo" (perro caliente con todo) en un puesto. La próxima
vez que pida una de esas cosas tengo que acordarme de decirles que no incluyan la capa
de mayonesa encima que tiene media pulgada de grosor.
Deben de haber nivelado los caminos que seguí hoy porque había una capa de
grava de 2 o 3 pulgadas que hizo casi imposible andar en algunos lugares.
Por un rato anduve en un sendero de peatones en el césped al lado de la carretera.
Cuando este desapareció encontré una franja de grava fina justo en medio de la
carretera. Cada vez que un bus o camión se acercaba tenía que meterse a mi
lado, por supuesto dejando una gran nube de polvo al pasar. En un momento
recibí mi primer bocinazo de enojo del tour de (por supuesto) una camioneta.
Supongo que no se quiso desviar para adelantarme aunque había bastante espacio.
También tuve mi primer pinchazo del viaje. Fue un corte de flanco que pude
arreglar con un parche grande. Cuando regrese a casa esta bicicleta recibirá
una nueva llanta.
Ayer el Sr. Gallegos me recomendó que visitase la comunidad mapuche de Puerto
Domínguez al este del Lago Budi. En el mapa no parece muy lejos de mi ruta.
Unas 4 millas (6.4 km) después de doblar a la izquierda en esta dirección
vi un letrero que decía "Puerto Domíngo 8 km" (5 millas). Hice los cálculos
y con la velocidad que llevaba en los caminos en malas condiciones, las 10 millas
extra me harían llegar a Puerto Saavedra peligrosamente cerca de la puesta de sol,
así que regresé. Resultó ser una buena decisión.
Pasé gran parte del día de hoy andando por los alrededores del Lago Budi, pero creo que la
única vez que vi el lago en verdad fue cuando pasé por la desembocadura donde
desemboca en el mar no lejos de Puerto Saavedra.
Cuando por fin entré en la cuidad ya eran las 6:30, más o menos media hora antes
de la puesta de sol. (En realidad tomé estas tres fotos a la mañana siguiente.)
De alguna manera entré en la ciudad del norte. Compré algunas provisiones
en el "Supermercado El Gringo" y me enteré de que todo el alojamiento está al sur
de la cuidad. Si hubiera entrado en la ciudad por el sur como era mi intención, habría
pasado justo en frente de ellos. Paré en un bonito hospedaje pero la señora
me dijo que el hotel estaba completo. Continué más y por la playa había numerosas
cabañas disponibles. Escogí una más o menos al azar.
La cabaña que la joven me mostró era bastante grande, con una cama en la habitación exterior y dos camas en la habitación interior. Olía como a fría y húmeda y pude ver manchas de moho en las paredes. Le pregunté si había agua caliente. Vaciló y me dijo que no. Pude ver el calentador montado en la pared pero, o no quiso tomarse la molestia de encenderlo o se apagaba el gas por la temporada. 14,000 pesos. Por primera vez traté de negociar el precio de una habitación, pero el sol estaba desapareciendo tras el horizonte y ella pudo ver que iba en bicicleta, así que no tuve ninguna buena ventaja en las negociaciones. Básicamente estoy pagando el mismo precio que una familia pagaría por quedarse en la cabaña.
Le di 15,000 pesos para pagar la cuenta de 14,000 pesos. Tuvo que utilizar una
calculadora para calcular el cambio. Y se equivocó la primera vez y tuvo que
hacerlo otra vez. Sí tienen un buen comedor. La misma mujer actúa como
recepcionista, mesera y cocinera. Creo que tomé lomo a lo pobre otra vez; me acuerdo
de que la comida era muy rica. Calculó mal la cuenta (me cobró 100 pesos de más).
Obviamente era mejor cocinera que matemática.