45 millas/72 km, 3173 pies/967 m de subida
Hoy pasé por el Parque Nacional
Conguillío.
Hasta este momento en el viaje he tenido el lujo de andar casi siempre en
calles pavimentadas. Hoy anduve por caminos ásperos sin pavimento casi
todo el día. La grava era suelta en la mayoría de los lugares, lo que me
forzó a ir a pie en las colinas empinadas porque la rueda trasera siempre
se resbalaba. En las secciones llanas, los numerosos baches hicieron imposible
andar rápidamente. Mi velocidad promedio del día ha sido 6.5 mph (10.5 km/h).
Comencé tarde esta mañana, en parte por acostarme tarde después del
largo viaje ayer. Además, estudiando el mapa concluí que la ruta de
hoy no podía ser más de 40 millas (64 km). Aunque hay mucha subida,
el viaje no debería durar mucho. En realidad, no llegué a Melipeuco
hasta una hora antes de la puesta de sol.
El camino carece de pavimento comenzando al borde de la ciudad. Después de
una o dos horas de viaje, llegué a un cruce con una calle sin pavimento
pero bien nivelada que se dirigía a la derecha. Un letrero grande con un mapa
mostraba la "Ruta de los Lagos" en esa dirección. Hoy en día alcanza hasta
Refugio Llaima y Cherquenco aunque mi mapa de papel no muestra la conexión.
Decidí seguir en el camino del parque porque sabía que había alojamiento al
final en Melipeuco.
No sólo ha sido un viaje difícil, sino que durante las primeras pocas
horas tampoco ha habido mucha recompensa en cuanto al paisaje. Entonces, de repente,
al doblar una curva, vi el majestuoso Volcán Llaima con la cabeza en
las nubes, justo enfrente de mi. El camino se hizo menos inclinado y
con menos grava mientras yo seguía por el campo de lava dirigiéndome hasta
la estación forestal en la cima del paso.
Cuando llegué a la estación forestal no había nadie por allá. Me senté en
una mesa con bancos adosados y me hice un almuerzo de pan y mermelada.
Mientras comía el guarda forestal llegó en su moto, sin duda regresando
de la comida. Nos dijimos "hola" y despareció en la cabina. Pocos minutos
más tarde, salió otra vez y tuvimos una conversación bastante larga.
Pude entenderle muy bien. He descubierto que hay gente a la que puedo entender bien
y otra que no.
Le mostré mi GPS. Nunca pude encontrar un mapa detallado de Chile para
el GPS, así que he estado utilizando el mapa mundial de base que compré de
Magellan.
Sólo muestra las carreteras principales pero tiene datos topográficos.
Al hacer un "zoom out" (una vista más ancha) se puede ver el volcán muy
bien. Quiso saber la altitud de la estación forestal de manera que
navegué al menú donde muestra la altitud actual en metros. Le pregunté
que si la ruta es sólo cuesta abajo desde aquí y contestó que sí,
menos el próximo par de kilómetros.
Resultó que el próximo par de kilómetros era la parte más empinada.
Habría debido ir a pie aunque estuviera pavimentado. En comparación
con la conocida inclinación del 18% en la carretera que paso de costumbre
cerca de mi casa, calculo que esta tenía una subida de más o menos el 22-25%.
Después de eso la ruta era casi todo cuesta abajo o llana. Sin embargo, no era
mucho más fácil debido a las condiciónes del camino. En ciertos lugares
había superficies llenas de baches con grava gruesa y suelta, lo que hizo el
progreso muy difícil. Por lo visto es difícil aún para los coches
porque había huelas alisadas en la lava paralelas al camino oficial a pesar
de los letreros que prohiben eso. Unas millas antes de Melipeuco, por fin
el camino mejoró hasta el estatus de "ruta normal sin pavimento" y pude
incrementar la velocidad hasta 8 o 9 mph (13-14 km/h).
Justo cuando estaba entrando en las afueras de Melipueco, noté una línea
larga de jinetes marchando en un campo grande a la izquierda. Algunos
llevaban banderas en palos largos y un clarín sonó la marcha. Parecía algún
tipo de representación histórica. ¡Genial! De pronto paré y tomé varias
fotos y entonces regresé la cámara a la bolsa mientras continuaba mirando.
En ese momento dos jinetes llegaron a galope hacia la cerca donde yo estaba.
Uno de ellos me lanzó una mirada severa y con voz dura me dijo "¡No fotos!"
Le farfullé "Lo siento" y repitió "¡No fotos!" Le dije "Okey" (que
significa "OK" tanto en español como en inglés) y seguimos con otras dos
series de "¡No fotos!" y "Okey" antes de que se alejaron
Me sorprendí un poco, por dos razones. Una es que no creí que me hubieran
visto tan lejos al otro lado de un campo grande. La otra es que esto obviamente era
un evento público con mucha gente mirando, así que no entendí por qué
les preocupaba que se sacaran fotos. Más tarde la señora en el hospedaje me
dijo que era una ceremonia de la tribu Mapuche. Eso tenía más sentido. He
leído que los pueblos indígenas odian ser fotografiados. Los Mapuche
tienen una historia larga y orgullosa. Los españoles nunca lograron
imponer control sobre el área al sur del Rio Bio Bio y no fue hasta el
fin del siglo 19 que el ejército chileno finalmente los conquistó. Aún
hasta este momento mantienen mucha autonomía. Me parece que fueron
tratados de manera mucho más humanitaria que otros pueblos indígenas
del Nuevo Mundo. Sin duda es debido a que lograron evitar la conquista hasta
que los blancos se hicieron más civilizados.