97 millas/156 km, 3806 pies/1160 m de subida
Fue un día muy largo - unas 97 millas con bastante subida al principio
despues de doblar al sur hacia Los Sauces y otra vez al final. A pesar de
comenzar temprano llegué poco antes de la puesta del sol. En verdad, esta
ruta requiere dos días en lugar de uno.
Estuve solo durante la mayor parte del día. Había poco tráfico y una larga
distancia entre las ciudades.
Chile
tiene una población de 16 millones de habitantes en un área similar a la de
California que tiene unos 34 millones de habitantes. Puesto que la tercera
parte de la gente en Chile vive en la capital, se puede comprender por qué
hay mucho espacio vacío en el resto del país.
Poco después de la vuelta al este en Traiquén, vi a unos policías en
motocicletas viniendo en la otra dirección. Uno paró a mi lado para hablar
conmigo. Entendí que estaba tratando de advertirme sobre algún riesgo más
adelante pero no pude comprender lo que era. Oí la palabra "carrera" y él
tocando mi bicicleta diciendo "bicicleta". Unos minutos después
aparecieron más policías en motos seguidos por tres ciclistas corriendo
lo más rápido posible en el lado equivocado de la carretera (es decir,
el lado donde estaba yo), seguidos por un carro con bicicletas en el techo.
¡Ah! Ya entendí: en español la palabra "carrera" significa no solo una
profesión sino también una competición de velocidad. Lo sabía, pero es
interesante que cuando se oye una palabra fuera del contexto, a veces el
sentido no se te ocurre.
En el próximo cruce me ordenaron pararme. Acabé por estacionar la bicicleta
y sacar mi cámara cuando el "pelotón" principal de los ciclistas me pasó.
Debía de ser un evento importante a juzgar por la larga línea de vehículos
de apoyo, carros de policía, camiones con antenas parabólicas en el techo,
etc. (Cuando regresé a casa después del viaje, navegué por internet y me
di cuenta de que se trataba de la décima
"Vuelta Ciclista por un Chile Lider" que es una carrera anual de
múltiples días.)
Después de más o menos 60 millas en la vuelta de hoy, atravesé la
Ruta 5. Estaba muy cansado y tenía mucha hambre y decidí parar en el
primer lugar que tuviera cualquiera cosa que se pareciera a comida. Eso
resultó ser una tienda pequeña en una salida de la autopista. Sin
duda habría podido encontrar algo mejor y más barato en el pueblo de
Victoria justo al este de la autopista, pero no tenía ganas de gastar
tiempo buscandolo. Compré dos "barros Jarpa" (sándwiches de
jamón y queso), unas galletas y 1.5 litros de Coca, y salí afuera
para sentarme en una mesa de plástico para comer mi almuerzo.
Mientras estaba contemplando la escena, la dependienta de la tienda
me sonrió cuando salió al fin de su turno. La única otra persona
afuera era un tipo tan absorto en su computadora portátil que apenas
reconoció mi presencia. Comí sentado y descansé durante más o menos
una media hora antes de continuar.
Después de unas millas, una camioneta me adelantó y entonces paró en el medio de la pista unos cien metros más adelante. Mientras la adelantaba cuidosamente, una mujer se asomó por la ventana con una gran sonrisa en la cara y señaló hacia atrás. Creí que me indicaba que algo se me había caído de la bici, pero miré hacia atrás mientras seguía andando y no vi nada. Después de un par de minutos, la camioneta se puso en marcha otra vez, me pasó y desapareció a lo largo del camino.
Fue en este momento que me di cuenta de que sin duda ella me estaba tratando de ofrecer llevarme en la parte de atrás de su camioneta. Y ¿quién sabe? quizás aún más que eso. ¡Si hubiera estado más atento es posible que hubiera terminado con una aventura más grande de lo que esperaba!
Estoy casi seguro de que era la mujer de la tienda.
En Curacautín me alojé en el Hotel la Plaza y cené en
su comedor. Probé el congrio, puesto que es un plato típico
mencionado en las guías. Normalmente no me gusta mucho el pescado
pero eso estaba muy rico - no sabía nada a pescado. Por supuesto,
parte de la razón es que estaba muerto de hambre.